El uso de tecnologías de autoconsumo nos ha traído múltiples beneficios tales como reducir nuestro consumo de energía eléctrica pública, lo cual se ve reflejado en el pago de servicios a final de mes.
Otro gran beneficio de estas nuevas tecnologías es que prácticamente se pagan solas con lo que ahorramos en pagos de servicios, pero para que se cumpla esta condición, tenemos que asegurarnos de que nuestro sistema de autoconsumo funcione correctamente y que no exista ningún desperdicio de energía.
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Esto último puede ocurrir si la instalación que solicitamos produce más energía de la que consumimos o en épocas del año donde nuestro gasto energético es mucho menor a la producción de nuestros paneles solares, pero esto dependerá del tipo de instalación que hayamos realizado.
Tipos de instalación autoconsumo
Al realizar instalaciones de paneles eléctricos tenemos que tener en cuenta que existen 2 opciones a tomar en consideración cuando solicitamos el servicio, escoger entre una y otra dependerá de nuestras exigencias en consumo y nuestro presupuesto. Entre ellas tenemos:
- Autoconsumo sin excedentes: Se asocia a los sistemas cuya generación de energía se aprovecha por completo y no existe la necesidad de aplicar otras acciones.
- Autoconsumo con excedentes: Esta opción se refiere al caso en que, la producción energética supera el consumo del cliente, por lo general suele abarcar a todas las instalaciones que superan la medida de 100Kw o casas donde no hacen uso continuo de sus electrodomésticos.
¿Qué opciones tenemos para los excedentes de energía?
Al momento de realizar las instalaciones la empresa suele hacer una evaluación previa de nuestro consumo eléctrico y lo compara con la solicitud que realizamos para nuestra instalación, en el caso de contar con un excedente de energía la empresa podrá ofrecernos alguna de estas opciones:
Inyectar el excedente de energía en el sistema eléctrico público:
Una solución común es realizar las modificaciones necesarias para inyectar el excedente de energía hacia la red de eléctrica común.
La energía eléctrica que aportamos desde nuestra propiedad hasta el sistema eléctrico público pasa a ser propiedad de la compañía que se encarga de proveernos los servicios eléctricos por lo que, se puede negociar un pago por la cantidad de energía eléctrica que vertimos al sistema.
La forma en que se suele pagar esta compensación es a través de descuentos en la factura del servicio eléctrico donde, la compañía puede permitir hasta un 70% de descuento según la los Kilovatios de energía eléctrica que aportamos al sistema.
El uso de baterías inteligentes:
La segunda opción es hacer uso de baterías especiales que permiten almacenar la energía sobrante, pero esta opción no suele ser tan popular debido a que el costo de las baterías suele ser muy alto y disminuye la rentabilidad de la instalación de nuestro sistema de autoconsumo.
¿Qué modalidad de autoconsumo me conviene?
Entre las diferentes opciones para instalación de autoconsumo tenemos que se dividen por Kw que se pueden consumir como:
Instalaciones con consumos menores a 15 Kw
Son las instalaciones más comunes para hogares y empresas pequeñas, sumado a que los trámites para la instalación y compensación con la compañía son sencillos por lo que, es una de las opciones de preferencia.
Instalaciones con consumos entre 15 Kw y 100 Kw
Aplicar a un consumo mayor a 15 Kw requiere definir previamente si se ajustan a nuestras actividades diarias o si nuestra empresa necesita altos consumos de electricidad. Si el precio inicial de nuestra instalación supera por mucho el ahorro anual, recuperar nuestra inversión será más complicado y poco viable.
Conocer las diferentes opciones que se nos presentan para manejar nuestro consumo eléctrico nos permite aumentar la rentabilidad de la instalación de sistemas de autoconsumo por lo que siempre hay que tomar en cuenta si el sistema que vamos a instalar genera excedentes de energía para sacar provecho de ellos.